Hablemos de la DGT. La mayoría de la gente la tiene como una organización dedicada plenamente a erradicar la siniestralidad vial. No los culpo por creerlo, pero su labor es no es tan efectiva como nos quieren hacer creer, o sí, la efectividad de la DGT reside en su habilidad para recaudar fondos para alimentar a nuestra "humilde" casta política.
La Dirección General de Tráfico es un organismo autónomo, por lo cual tiene un presupuesto propio además de unos gastos. No si saben que más del 85% de los ingresos de este organismo provienen del pago de tasas y multas. Se puede comparar la DGT con una gran empresa, cuyo fin es el de enriquecerse.
Supongo que conocerán a el señor Pere Navarro, director general de la DGT entre 2004 y 2012. Los amantes del automovilismo tenemos a este personaje como un obseso. Durante su trayectoria se dedico a perseguir a los incumplían "su" ley, haciendo controles en caminos "de vacas" o colocando radares de velocidad en rectas infinitas, con el único afán de recaudar. Otras personas lo tiene como un dios, que colaboró en la reducción de accidente. Este puede ser cierto en una ínfima parte, porque no hay que olvidar que los automóviles han evolucionado a niveles estratosféricos en materia de seguridad.
Mi subjetividad ante este tema hace que no sea una fuente del todo fiable.
Quiero hacerles ver que esta "empresa" se encarga de recaudar y no de proteger a los españoles. La forma más segura de conducir es con cabeza, respetando la carretera y no subestimar la capacidad mutua al volante.
Aquí les pongo un vídeo para que ustedes mismos saquen conclusiones.
Movimiento140
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